miércoles, 24 de marzo de 2010

Viernes 2


Al despertar ligeramente abrí mi persiana, observé; y era un día de aquellos en los que parecía que el clima iba con tu ánimo. Las nubes color humo ocultaban los hermosos rayos del sol. Era un día más en mi corta vida.

Observé durante largas horas mi móvil, sin embargo no halle ninguna llamada. Repentinamente sentí como mis ojos se mojaban, sentí como una lágrima resbaló rápida y sigilosamente por mi mejilla.

Precisamente fue ese el momento en el cual me convencí que todo había concluido. Era difícil mantener mis pensamientos ocupados. ’’ Momento que tenía libre, momento que pensaba en él’’.

Los llantos eran continuos, no cesaban. Mis ojos no podían llorar más. Empecé a callar, empecé a ocultar mis sentimientos. Creé una barrera contra toda persona que pudiera hacerme daño.

Por un momento sentí que me asfixiaba, moría de a pocos, no podía respirar, era tanta la pena que sentía, que mi cuerpo no lo resistía. Tan solo tome una de esas capsulas eficientes y cerré mis ojos lentamente...

3 comentarios: